LA GANADERÍA CÁRNICA BOVINA EN COLOMBIA. CIFRAS Y RETOS.
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LA GANADERÍA CÁRNICA BOVINA EN COLOMBIA. CIFRAS Y RETOS.

La ganadería Colombiana, y en general la ganadería en el mundo tiene grandes retos que afrontar. Retos que varían desde la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, la reducción de la deforestación asociada a la ganadería (ampliamente documentada en Brasil), la formalización del negocio, la prevención de diseminación de enfermedades entre países vecinos, satisfacer la creciente demanda de productos cárnicos bovinos y por supuesto, el incremento de la productividad por unidad de área y productividad animal (natalidad, mortalidad, ganancia diaria de peso, rendimiento en canal). Para poder abordar estos temas, y realizar planteamientos de política agropecuaria, planes de desarrollo regional, fomento al consumo de la carne, reducción de la ilegalidad asociada a la venta de carne de contrabando o de ganados provenientes de abigeato, uso correcto de la tierra, y planes de mejoramiento ganadero por parte de federaciones ganaderas o asociaciones de criadores de ganado, es necesario entender las cifras de la ganadería hoy en Colombia y el mundo.

Inventario bovino.

Colombia cuenta hoy con un inventario bovino de 26.522.449 animales distribuidos en 597.740 predios (CNCL., 2018). En términos generales, el hato bovino nacional ha mostrado una tendencia de crecimiento de la población bovina desde el año 2001 hasta el 2018. Una tendencia que bien vale la pena mantener, para poder realizar un ingreso exitoso al mercado de las exportaciones cárnicas. Hoy Colombia con un hato de 26,5 millones de cabezas, ocupa el octavo puesto en el ranking mundial, el tercero en América Latina y se acerca a uno de los países más importante en materia de exportación como lo es Australia. Los tres países con mayores inventarios ganaderos son India, Brasil y China, con 303.3 M, 226 M y 100 Millones de cabezas respectivamente.




Colombia por otra parte, contaba para el año 2001 con un inventario bovino de poco más de 18 millones de cabezas. Desde el 2001 hasta hoy, 6 años han tenido un comportamiento decreciente, mientras que los restantes 12 han sido de crecimiento positivo. El crecimiento del inventario bovino nacional para dicho período se ha dado a razón de 485.591 cabezas por año. Los mayores decrecimientos se presentaron en 2005, 2007 y 2013, con reducciones en el hato de 1.114.088; 993.046 y 1.094.845 respectivamente. Estos decrecimientos coinciden con los años de mayores exportaciones hacia Venezuela. El año 2007, 105.805 cabezas salieron con destino al vecino país, previo al primer cierre de exportaciones, según reportó el ICA a la Revista Dinero (2012). De igual manera, en el 2013, las exportaciones cárnicas, pasaron de poco menos de US$50 Millones FOB, a superar los US$ 200 Millones, lo que coincide con el decrecimiento del inventario para el año 2013 (DANE., 2018).




Los años con mayores crecimientos poblacionales, se presentaron en 2008 y 2018, con incrementos de 2.535.096 y 3.047.427 respectivamente. Este último año, tiene un crecimiento atípicamente alto. Aún son inciertas las razones que pueden haber ocasionado el crecimiento atípico de estos últimos años. Tales razones varían desde el éxito de la adjudicación de las líneas de crédito para retención de vientres, el incremento en la cobertura de vacunación de aftosa (sea por una mejor ejecución de la misma, o por una mayor voluntad de los ganaderos a realizarla), hasta la favorabilidad climática y su impacto positivo en los indicadores zootécnicos, agronómicos y productivos en general. También el cierre de las exportaciones, así como la reducción en el sacrificio bovino. En otras palabras, el incremento en el inventario no implica necesariamente un mayor número de nacimientos, sino que una serie de factores parecen haberse alineado para que la cifra del inventario crezca de esa manera.


Sacrificio bovino

El sacrificio bovino desde el 2013 hasta hoy, presenta una tendencia negativa. Desde 2009 hasta hoy, el 2017 presentó la cifra de sacrificio bovino más baja, con un total de 3.9 Millones de cabeza. Para los años 2012 y 2013, el sacrificio bovino sobrepasó los 4 millones de cabezas. Existe una mejoría en dos aspectos puntuales, aun cuando el número de cabezas ha decrecido hoy. El rendimiento en canal ha mejorado, pasando de 51,7%, para 2013 a 52.5% en 2018. De igual manera el peso al sacrificio pasó de 404.4 Kg a 425,7 Kg respectivamente. Es decir que hoy sacrificamos menos animales, pero con mejor peso al sacrificio y mejor rendimiento en canal.


Fuente: ESAG-DANE., 2018

*La cifra de sacrificio de 2018, es una cifra parcial y corresponde al sacrificio desde Enero hasta Agosto


La tasa de extracción muestra un crecimiento que está estrechamente relacionado a los años de mayores exportaciones a Venezuela (2011 - 2013) y un decrecimiento posterior a esta reducción en las exportaciones, el cual está relacionado con el decrecimiento en el inventario presentado en los mismos años.


Fuente: ESAG-DANE., 2018

*La cifra de sacrificio de 2018, es una cifra parcial y corresponde al sacrificio desde Enero hasta Agosto


Bien vale la pena resaltar, la mejoría en los rendimientos en canal, que se han presentado en los últimos años. Ello habla del mejoramiento genético del hato bovino nacional. También, puede convertirse este, en un aliciente para que las plantas de sacrificio empiecen a migrar hacia un sistema de pago por calidad, asociado al rendimiento en canal, tal y como lo hacen los países exportadores. De esta manera, se genera un incentivo que premia la eficiencia de quienes realizan un mejoramiento genético juicioso.




Exportaciones carne bovina

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La ganadería cárnica aumentó sus exportaciones en los últimos años, con excepción del 2013, cuyas exportaciones estuvieron atípicamente elevadas. Para ese año, las exportaciones del sector cárnico superaron los US$ 200 Millones. En contraste, el año pasado el país realizó exportaciones de carne bovina por un total de US$ 67 Millones FOB y a junio de 2018, dicho valor supera los US$ 36 Millones. Ambos años, 2017 y 2018 (proyectado), tienen unas cifras de exportación superiores a todos los años desde el 2011, a excepción del 2013.

Fuente: DANE-DIAN., 2018

*La cifra de sacrificio de 2018, es una cifra parcial y corresponde al sacrificio desde Enero hasta Junio.

Adicionalmente a lo anterior, en los últimos tres años Colombia ha logrado exportar sus productos cárnicos a 17 países, en contraste a lo que sucedió en 2013, cuando el 97,3% de las exportaciones fueron a Venezuela (DANE., 2018). Las exportaciones del sector cárnico hoy son menos dependientes de la situación económica de una sola nación, lo que le permite a la industria, generar resultados más estables y tener mejores perspectivas en el mediano y largo plazo.

En resumen

En resumen, hoy tenemos una industria ganadora en la ganadería cárnica. Una industria que ha crecido su inventario, ha mejorado la penetración de sus productos a los mercados internacionales, ha incrementado el peso al sacrificio y ha obtenido un aumento en el rendimiento en canal, al tiempo que ha reducido la tasa de extracción. Todas son noticias positivas. De igual manera la ganadería de hoy, tiene varios retos para continuar con un comportamiento positivo, y recobrar su importancia en la economía nacional y el sector agropecuario.


Abastecimiento y Financiación: para poder realizar una oferta sostenida en el mercado nacional al tiempo que crece su participación en el mercado internacional, el país debe apostar por incrementar el hato bovino. Esto está estrechamente ligado a que el ganadero obtenga créditos con tasas competitivas orientados a la retención de vientres, y plazos de pago mayores a los 5 años que hoy ofrecen.

Es de igual importancia, que el ganadero cuente con mejores herramientas para mitigar, los cada vez más frecuentes eventos climáticos extremos. Para ello es necesario que pueda acceder a maquinaria de cosecha y conservación de forrajes, con precios competitivos que le permitan sortear los períodos con escases de alimento.


Promoción del consumo: La competencia en mercados internacionales, debe ir de la mano con un aumento en el consumo de carne bovina en el mercado local. El sacrificio bovino puede y debe subir, pero para ello es necesario un fomento al consumo de carne más acertado y fuerte. Por otro lado, para competir en mercados internacionales, es fundamental obtener indicadores más competitivos. Aunque Colombia ha mejorado el rendimiento en canal, llegando a 52,5%, debemos tener en cuenta que Brasil, Argenita, Australia y la Unión Europea obtienen rendimientos de 55, 57, 58 y 61% respectivamente. Así mismo, la natalidad en Colombia ronda el 53%, mientras estos países tienen índices de natalidad de 63, 69, 74 y 82% (CNCC., 2018). Mejorar en estos aspectos nos permitirá tener una mayor tasa de extracción, sin que lo mismo implique reducciones en el inventario bovino.


Asistencia Técnica: Para ello se hace fundamental que más entidades, realicen trabajos para formar a los ganaderos en los conocimientos del manejo genético enfocado a la productividad, la precocidad y la sanidad, para que entonces los rendimientos en canal, edad al primero parto, edad al destete, peso al destete y edad al sacrificio y peso al sacrificio mejoren, tal y como lo viene haciendo desde hace varias décadas Asocebú.


Estatus Sanitario: Finalmente, todo lo anterior debe estar atado a un monitoreo y control más estricto del estatus sanitario, que es lo que actualmente nos permite acceder a un mayor número de países. De seguir presentándose los brotes de aftosa, sea por el ingreso de ganados de contrabando, por deficiencias en el proceso de vacunación en los ciclos de control de aftosa, o falta de un control más estricto a las guías de movilización, es muy factible que perdamos el estatus de país libre de aftosa con vacunación de manera definitiva, y esto genere como consecuiencia, un cierre definitivo de los mercados que mejor pagan en la industria cárnica bovina, como lo son Chile y Estados Unidos entre otros.


Gremialidad Sólida: el gremio ha estado en el medio de las peleas políticas que se han presentado en los últimos años. Es hora ya de contar con un gremio menos politizado, que gestione más los trabajos en productividad, fortalezca los esfuerzos en materia de identificación animal, trazabilidad y apertura de nuevos mercados. El manejo de los recursos de la parafiscalidad ganadera, deben tener un uso más razoble, que generen como lo hacen Meat & Livestock Australia, o Dairy New Zealand, un mayor número de herramientas y beneficio para el productor primario y la cadena en general.


Sin lugar a duda, la industria cárnica bovina es hoy por hoy, el caballo ganador en el sector pecuario. Esperemos que todos, gobierno, entidades oficiales, asociaciones ganaderas, empresarios ganaderos, entidades financieras y educativas le apuesten a esta industria para potenciar sus capacidades.




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